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Nuestra Historia

La congregación de san José es fundada en 1830 en Paris Francia, por el presbítero JOSE DE SALES; la cual inicia brindando atención a niños, personas desamparadas y familias que fueron golpeadas por los estragos de la guerra. 

A ellos se acogieron huérfanos, madres viudas, familias sin techo, abuelos sin calor de hogar, personas sin aliento de vivir, quienes conociendo las enseñanzas de Jesús, el amor al prójimo y la caridad reciben de la congregación apoyo, salud y bienestar encontrando el amor de la solidaridad.

Biografía

San José

Esposo de María, madre de Jesús. Descendiente de David, José era el padre putativo de Jesús, a cuyo nacimiento asistió en Belén. Vivió en Nazaret ejerciendo el oficio de carpintero y, al parecer, murió antes de que comenzase la vida pública de Jesús. Su culto, extendido en Oriente antes del siglo V, no llegó a Occidente hasta la Edad Media. En 1870 fue proclamado patrón de la Iglesia universal; es también patrono de los carpinteros y de los moribundos.

Dentro del cristianismo, San José encarna las virtudes de la honestidad, el amor al trabajo y la fe inquebrantable en Dios. Los hechos relativos a la vida de San José aparecen en los Evangelios, sobre todo en los de San Mateo y San Lucas. Descendiente de la casa del rey David, José se casó con María, pero, antes de que cohabitasen, supo que María había concebido un hijo.

San José, «como era realmente bueno y no quería denunciarla, determinó repudiarla en secreto» (Mateo 1:19). Sin embargo, un ángel se le apareció en sueños y le reveló que el hijo que María tenía en su seno había sido concebido por obra del Espíritu Santo.

Galería

Sean devotos de san José que puede mucho.
Tengo por experiencia que socorre en todas las necesidades.
No me acuerdo haberle suplicado cosa, que la haya dejado de hacer.
Tome a este glorioso santo por maestro de oración y no errara el camino.

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La congregación de san José es fundada en 1830 en Paris Francia, por el presbítero JOSE DE SALES; la cual inicia brindando atención a niños, personas desamparadas y familias que fueron golpeadas por los estragos
de la guerra.

A ellos se acogieron huérfanos, madres viudas, familias sin techo, abuelos sin calor de hogar, personas sin aliento de vivir, quienes conociendo las enseñanzas de Jesús, el amor al prójimo y la caridad reciben de la congregación apoyo, salud y bienestar encontrando el amor de la solidaridad.

En marzo 19 de 1831 es otorgada la aprobación diocesana por el excelentísimo arzobispo de Paris HYACINTHE-LOUIS DE QUELEN, quien oficialmente incluye la nueva congregación a la iglesia diocesana de Paris. Así mismo, entrega el colegio San José el cual acoge niños y personas con falta de educación donde inician su proceso educativo tanto a nivel personal y de aprendizaje como también el amor a cristo y la sagrada eucaristía.

Mayo 13 de 1844 el papa PIO VIII, otorga la aprobación pontificia a la congregación, confirmando el acompañamiento que brindaban a la comunidad donde resaltaba el sentido de la caridad.

Actualmente la congregación se encuentra en 12 naciones donde brinda apoyo a diócesis  con falta de clero, jóvenes con VIH, abuelos sin familia y niños desamparados, acompañándolos en una educación continua basada en valores cristianos, instruyéndolos en el amor a Cristo a través de la eucaristía, donde confirman lo que decía san Francisco de sales  “el santo sacrificio es el sol de los ejercicios espirituales y supera a todas la demás oraciones, como el sol supera a las pequeñas estrellas”. Logrando tocar corazones, animar a tristes y desolados, reconfortar a los pobres de espíritu y llenando su corazón del verdadero amor de DIOS.

 

Dentro del cristianismo, San José encarna las virtudes de la honestidad, el amor al trabajo y la fe inquebrantable en Dios. Los hechos relativos a la vida de San José aparecen en los Evangelios, sobre todo en los de San Mateo y San Lucas. Descendiente de la casa del rey David, José se casó con María, pero, antes de que cohabitasen, supo que María había concebido un hijo.

San José, «como era realmente bueno y no quería denunciarla, determinó repudiarla en secreto» (Mateo 1:19). Sin embargo, un ángel se le apareció en sueños y le reveló que el hijo que María tenía en su seno había sido concebido por obra del Espíritu Santo.

Tras el nacimiento de Jesús en Belén, San José, avisado de nuevo por un ángel, tomó a Jesús y a la Virgen María y los condujo a Egipto para huir de la furia del rey de Judea, Herodes el Grande. A la muerte del monarca, y después de una nueva revelación del ángel, San José retornó a su país; pero, por temor al sucesor de Herodes, la familia no se estableció en Belén, sino en Nazaret de Galilea. Allí San José ejerció su oficio de carpintero.

Los evangelios citan por última vez a San José en el episodio (narrado por San Lucas) en el que Jesús se perdió durante una visita a Jerusalén, y fue hallado por sus padres en el templo, discutiendo con los doctores. Nada cierto se sabe acerca de la muerte de San José, aunque por la narración evangélica parece probable que fuera antes de que Jesús iniciara su vida pública. 

El culto a San José comenzó posiblemente entre las comunidades cristianas de Egipto. En Occidente fueron los servitas, una orden mendicante, quienes en el siglo XIV comenzaron a festejar el 19 de marzo como la fecha de la muerte de San José, y esta devoción tendría luego impulsores como el papa Sixto IV y la mística española Santa Teresa de Jesús. El papa Pío IX lo declaró patrono de la Iglesia universal el año 1870. Casi cien años después, en 1955, Pío XII instituyó la fiesta de San José Obrero el 1 de mayo.